Tengo varios cuentos de este autor, Oliver Jeffers. Me gusta porque es muy imaginativo y tiene mucho sentido del humor en sus locas historias. Otro día, os pongo otro, tal vez hasta lo cuente yo...
Y vamos con la manualidad de soplo relacionada con este cuento. El niño (que no tiene nombre) quiere utilizar su cohete, pero no tiene gasolina. ¿Y si pudiéramos hacer un cohete que volara con la fuerza de nuestros pulmones?
Vamos a ello...
Estos son los materiales que vamos a necesitar
El cohete lo he dibujado y coloreado yo, no hace falta imprimir nada, y si además preferís hacer una casa voladora, un elefante volador o cualquier otra cosa, ¡pues también sirve!
Con el trozo de papel cuadriculado he hecho un rulo alrededor de la pajita (es de cartón, nada de pajitas de plástico) y lo he cerrado con celo por arriba para hacer una especie de tapón.
Después lo pegamos por la parte de atrás del avión sin aplastarlo, para que podamos meter la pajita.
Y ya estaría lista. Ahora solo hay que poner la pajita y soplar para ver hasta dónde es capaz de subir el cohete... El niño nos dice adiós con la mano...¿llegará ahora a la estrella?
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